viernes, 21 de noviembre de 2014

Vivir o morir valdría la pena, por un momento.







    Vivir o morir valdría la pena, por un momento..



    Vivo, sueño y respiro
    Y respiro en lo cierto,
    de la palabra inerte
    de la verdad presente.

    Presente del vivir ausente
    entre el ayer sin tiempo
    abrazada a la ilusión
    en el transitar latente,
    y en ese momento.

    Momento de vida
    que disfruto sintiendo
    mientras del sentir prendo
    razón que prendida.
    me ofrece nueva vida

    Vida acogida por el deseo,
    manantial de emociones.
    que al amanecer proceso
    relámpagos de sensaciones
    que del cielo abrazando creo….

    creo vendaval de sueños
    entre miles y plenos reseños
    de emociones sin dueños
    en tiempos de vivir risueños.

    Y risueños los días acoplo
    con ansias presurosas
    plagadas de momentos
    caminos de miles rosas
    bellezas del universo

    Universo que vestido de gala
    recorren mi frágil cuerpo.
    Y se hace noble plegaria
    En fuego, agua y viento.
    Tierra primorosa que hoy regala.

    Regala visiones traídas de lejos
    instancias equivalentes
    hechas laminas y reflejos
    reposos insistentes
    puros de sentires presentes.

    Presentes controlando un tiempo.
    que reclama presurosa vida
    ya sea despierta o quizás dormida,
    pero soñando en horas acontecidas..
    Lo permitido y lo prohibido.

    Lo prohibido entre los días y las noches.
    vivir amando con amor y derroche
    mientras recorren mis manos
    los deseos más humanos
    del sabor de tus rojos labios.

    Labios de pasión y fuego
    Que el alma fiera quema
    Y se funde hasta el credo
    Amarte en embravecida vena
    Que tomando quedo..

    Quedo. Saboreando
    el segundo del tiempo
    gozando el más
    hermoso momento,
    atrapando los deseos,

    Deseos de sentimientos,
    que prestos guardamos
    en nubes de silencio.
    Por decirte tan solo,
    lo que decir no acierto--

    ¡¡Vivir o morir valdría la pena, por un momento…



    Autor-@ Francis Falcón




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