jueves, 22 de noviembre de 2012

La distancia.









    La distancia.




    Tú me acostumbrastes a quererte sin tenerte.
    A vivir amando desde la distancia.
    A sentirte mio sin conocerte,
    a entregarme sin oler ni tú fragancia.

    A crear esa adición por una línea,
    a que tu voz sea el teléfono en palabra.
    A que el sentir sea la raya que se alinea.
    Al escucharte y prerdarme de tú abracadabra.

    Con sentimientos de papel que sin miradas,
    se cruzaron en las frías madrugadas.
    Luchando contra el tiempo que no alcanza,
    y buscando en las flacas esperanzas.

    Y enséñame ahora a compartirte,
    y aceptar tus amores clandestinos.
    A entender las aventuras que ya viviste,
    a comprender tus pasos y designios.

    Enséñame a vivir a tú manera
    a no precisar de tus letra, tus halagos.
    A leer entre líneas que le esperas,
    y a sentirte con sus letras en rezagos.

    Que aprendí a saber el comprenderte,
    a entender otra vida tan distante.
    A sabiendas que el amor es algo grande,
    y aceptar que por siempre, yo lo guarde.

    Pero nunca podre aprender a ver la vida,
    desde el cristal donde la mujer no sea libre.
    Donde toda verdad no conozca salida,
    y la palabra no sea la razón ineludible.

    Porqué nunca podre vivir sin ser yo misma
    aceptando que la palabra ya perdió el sentido.
    Que la vida es vista desde otro prisma.
    Donde el hombre sea el amo, aun no marido.

    Poqué soy esa mujer que llaman fuerte.
    Que a pesar de esta aun rota, se arremete.
    Y defiende la mujer con uña y dientes.
    Porque el mundo no es solo de los más fuertes.

    Y mira mi palabra y busca en ella,
    que mi alma se queda entre querella.
    Ansiando que el amor nunca se muera.
    Y la esperanza sea la mano que el espera…



    Autor-@-Francis Falcón..
    Derechos de Autor




No hay comentarios:

Publicar un comentario