El regreso del Vizconde..

El regreso del Vizconde.. Ya resuenan las campanas anunciando la llegada, el vizconde regresaba a su reino con su amada. Y que abran las compuertas decía ella emocionada, venia presto en su caballo y al verlo quedose anonadada. Quedo su voz sin sonido, en sus ojos no hay mirada el vizconde no trae vida, entre todos le escoltaban. sobre el caballo llega el cuerpo, que vida le arrebataban, pero el presto en su caballo ya con su vida segada. Va recorriendo las tierras, aquellas por cual luchara le van haciendo honores por todo lugar que pasa. es gran vizconde que regresa con su amada a casa. Que le pongan el mejor traje, que nadie diga palabra. Que traigan las mejores flores y todas recién cortadas que se cante el mejor cante, que jamás hombre recodara. Y que se callen las voces, aquellas que quedaron silenciadas. Que le pongan las mejores ropas, aquellas que ella guardara. Que le ofrendan la mejor gala, que velen la mejor muerte que esta de duelo la casa se repetía, sola su amada. Mientras va reclamando, ella va implorando a su suerte. Llora con pena insistente. Ahora ya no le queda nada Ya presto queda en la sala, ya preparado el velatorio ya la comarca recuerda al hombre que lo dio todo. Ya la casa esta en silencio, la pena lo alberga todo en desfiles sin finales transitan por el velorio. Ya de negro la dama viste, de negro en cuerpo y alma ya de negro son sus horas y triste pena sin calma. Ella que le amo tanto ahora, y ahora no tiene nada, solo su casa vacía la tendrá con la esperanza callada. Tres noches le velaron, tres largas noches penando tres largas noches sin sueño y tres noches de llanto. Tres noches de pena, tres largas noches sin descanso, que con sus tres largos días y las fueron soportando. Tres días de pena inmensa que se estará velando tres días de horas largas que ella quedara recordando. Vestido de negro el cuerpo el alma le va acompañando no hay palabra alguna que calme su dolo ahogando. Mientras la dama lleva solo en sus manos un rosario al que abraza con gran fuerza a su Dios va rezando. No hay pena que se compare a ese sufrir innecesario Que le tiene frente a frente y sin culpa le mataron le mataron siendo inocente y por los suyos luchando. Ella en silencio reza, en silencio y muy bajito va llorando, para que nadie sepa lo que ella esta a solas va penando. lo que su Dios va implorando, a su cristo va suplicando. Por su amor y a su amor quiere ella ir acompañando, en ese ultimo viaje del que nadie ha regresado. Ya termia el velatorio del lugar que no ha dejado y en el mismo sitio esta, ya su cuerpo se ha marchado. Que no lloren ella dice, que su vida por él ha dado ya esta su cuerpo presente, en los dos mundo sellado.. por amor eternamente, y para siempre sin separarlos Autor-@- Francis Falcón.. Derechos de Autor